Para aprovechar de descansar fuimos de vacaciones con mi familia a Iloca, una aldea ubicada en la provincia de Curicó, séptima región de Chile.
No iba de vacaciones a ese sector desde que esta zona fue azotada por el tsunami del 2010. Me impresionó ver que se ha reconstruido casi todo y que la gente volviera a vivir en el mismo sitio de antes.
Se ve todo como nuevo luego de recordar esas escenas de devastación.
La playa estaba muy cerca de la cabaña donde nos quedamos, es relajante ver el mar y me gusta la arena gris que se encuentra ahí.
Saqué algunas fotos del mar:
*Ya se me va a ocurrir hacer algo artístico con ellas (o eso espero)
Fue especialmente bello cuando me quedé viendo una noche cómo subía la marea y la luna se iba tornando completamente roja. Después se ocultó en el mar y no pude ver más, pero fue algo que valió la pena ver.
Y cierro este post dándome cuenta de lo mucho que me hace falta la naturaleza y visitar lugares distintos a mi ciudad, incluso da una nueva perspectiva para crear nuevas cosas.